"¿Una Oportunidad?

Sin previo aviso mi padre toma ese sobre, y en segundos se le refleja enojo en su rostro.

—Ryan tienes que calmarte. Te pido disculpas no sé porque Ximena hizo esto—tira el sobre al suelo.

—No entiendo si era eso, yo la podría haber apoyado, o podríamos haber esperado, pero ¿Por qué me dice eso ahora?

Con cuidado me acerco hacia ese sobre el cual levanto ¡No lo puedo creer! Si bien cumplir nuestros sueños no es malo, pero ¿Por qué dejar a un hombre plantado en el altar?

Al parecer mi hermana se arrepintió y decidió viajar por el mundo para cumplir sus sueños de fotógrafa.

—Ryan ¿Qué vas a hacer? —pregunta Carmina.

— ¿Qué voy a hacer? No lo sé… Hay prensa, pero eso no es lo que importa, lo que importa es la salud de mi abuela, ella viajo tanto ¿Para esto? Mi abuela está enferma del corazón si algo le pasa les juro que se van a arrepentir—Él está a punto de irse.

— ¡Ryan! —Mi padre lo detiene —Tal vez te suena ilógico, pero…creo tener una solución, dices que tu abuela no conoció Ximena ¿Cierto?

—Si ¿Y eso que tiene que ver? —él lo mira confundido.

—Tal vez mi idea suene descabellada sin embargo puede salvar a tu abuela de un infarto—alcanzo a escuchar que dice tal cosa.

— ¿Cómo no entiendo? —Ryan lo mira con confusión.

— ¡Hija! Ven—de pronto él me llama a lo lejos.

Algo desconcertada avanzo a la vez que tiro la paleta que llevo en mi boca, sigo avanzando hasta estar frente a ellos dos.

—Aquí está la solución —mi padre me toma de los hombros.

— ¿Esto es una broma verdad? ¡Ni lo piense! —él niega con la cabeza.

Si es lo que estoy pensando, sí que es una idea descabellada, además de que Ryan jamás lo permitiría, aunque… Esto debe ser obra del destino, y aunque no quería que esto se diera asì, pensar en una vida a lado de Ryan hace que me entusiasme un poco.

Algo apenada lo miro y puedo ver lo guapo que es y aunque está un poco malhumorado no lo deja de ser.

—Entonces ve con tu abuela y…

—Ryan querido ¿Qué pasa? ¿Por qué la boda no ha empezado? —cuestiona una señora ya grande de edad, la cual me parece muy tierna.

—Abu... Abuela—él finge una sonrisa como al mismo tiempo me ve a mi fijamente—Lo que pasa es que a…

—Kenia—mi padre menciona.

—Si a Kenia se le hizo tarde—sonríe nervioso.

Y aunque él trata de explicarle a su abuela creo que se le hace extraña su explicación puesto a que solo frunce el ceño y lo mira desconcertada.

— ¿Kenia? ¿Qué no dijiste que se llamaba Ximena? —ella nos ve con sospecha.

—Claro… Abuela lo que pasa es que ella se llama Kenia Ximena, pero le gusta que le llamen más Kenia—él toma mi mano— ¿Cierto?

Todos asentimos y después solo seguimos sonriendo nerviosos.

—Bueno… Hermosa ¿Qué esperas ve a ponerte el vestido de novia? —alza las cejas.

—Claro—menciono nerviosa.

—Anda abuela ve y siéntate ¿Sí? En un rato empezamos—Ryan la encamina hacia afuera.

Cuando el vuelve pone sus manos en la cadera y después me observa con seriedad en tanto yo solo trago saliva.

Él sigue mirándome y solo niega la cabeza hasta que por fin asiente, de pronto me toma de la mano y me lleva junto con él.

—Usted encárguese de que el juez no se vaya y de que los invitados esperen—ordena a mi padre en tanto camina junto conmigo.

En silencio solo sigo caminando apresurada, ni siquiera sé lo que estoy a punto de hacer sin embargo quiero hacerlo, quiero intentar enamorarlo, sé que esta vez lo puedo lograr, no puedo creer que el Dios haya permitido esto.

Soy tan feliz en este momento que solo sonrío mientras lo veo de reojo.

Ryan suelta mi mano en cuanto estamos parados frente a un coche el cual abre y me pide que entre, ya dentro veo como lo enciende para después conducir hacia no sé dónde.

—Te lo voy a decir solo una vez, esto no es una boda por amor es solo por conveniencia, dentro de ese acuerdo habrá un contrato de seis meses, no podrás negarte a firmar el divorcio si lo haces quitare toda clase de sociedad con tu padre, tendrás que fingir solo delante de mi abuela o de la prensa, dentro de casa seremos solo dos desconocidos —menciona mientras ve hacia enfrente.

Pestañeo un par de veces y después asiento. Lo que él no sabe es que haré todo lo posible por hacer que se enamore de mí, sin darme cuenta ni mucho menos él, lo miro con admiración en tanto él sigue conduciendo sin darse cuenta.

Luego de unos minutos, llegamos a una tienda, él se baja y me pide que haga lo mismo, después solo sigo sus pasos hacia dentro de esa tienda la cual es de vestidos de novia, esto es maravilloso sonrío al ver muchos vestidos, estoy por tocar uno sin embargo él me dice que ni se me ocurra, que ese era de Ximena ¿Cómo? Ni siquiera se dignó a venir por su vestido, sí que mi media hermana es muy tonta, en fin, la chica encargada de la tienda me da un vestido el cual no es mucho de mi agrado, pero es uno de novia, es blanco, no muy esponjado, pero es hermoso. Por lo tanto, enseguida me dispongo a cambiarme.

Finalmente, luego de unos largos minutos, salgo vestida así que rápidamente una chica se acerca a mí para empezar a maquillarme, posteriormente de terminar con su labor ahora se dispone a peinarme.

Esto fue algo sutil y rápido, pero se ve hermoso, me veo al espejo y no dudo en sonreír, aunque eso termina en cuanto Ryan toma mi brazo y me hace caminar a la salida.

En tanto camino de su mano, no puedo evitar verlo nuevamente, ahora los dos estamos vestidos de novios.

Sé que las circunstancias son otras, pero estoy feliz.

En la recepción…

—Antes de entrar te voy a advertir algo, no quiero que me beses, cuando el juez pida un beso solo debes apretar los labios no los abras por nada del mundo ¿Entiendes? —me advierte.

Asiento con la cabeza y seguido de eso veo hacia enfrente, ambos caminamos tomados de la mano, por lo que la banda nupcial empieza a tocar, no puedo creer que me esté casando con Ryan.

Algunos minutos más tarde…

—Puede besar a la novia—comenta el juez.

Él me ve fijamente, en tanto yo solo me quedo quieta, siento como su rostro cada vez está más cerca, cierro mis ojos y siento su cercanía, pero no sus labios, solo siento como él también aprieta sus labios así que solo hacemos un beso fingido.

Rápidamente él se aleja y cuando nos damos la vuelta. Noto como Carmina me ve con coraje mientras mi padre la toma de los hombros, ni siquiera sé cómo mi padre la calmo después de enterarse que su hija dejo plantado a Ryan y peor aún que yo me casaría en su lugar.

Como sea, ahora ambos tomados de la mano bajamos y ahí es donde empiezan a felicitarnos y la prensa a tomar fotos.

Posteriormente Ryan toma mi mano y me saca del lugar.

— ¿A dónde vamos? —cuestiono en cuanto él con brusquedad suelta mi mano.

— ¿Cómo que a dónde? Tú iras a mi casa y yo… Yo veré a dónde anda sube —apunta hacia el coche.

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