"Una Excelente Cocinera"
Capítulo 5
—Lo que pasa es que pensamos que usted no cocinaba y que iba quitarnos el tiempo queriendo que le explicáramos todo, pero…—comenta otra de las chicas.
—Claro que no, al contrario, quiero ayudar y si sé cocinar es porque mi madre era una excelente cocinera, ella me enseño todo lo referente a la cocina y de las demás tareas pues esas yo me enseñe solo puesto a que mi madrastra jamás permitió que las chicas me ayudaran—les explico con una sonrisa.
Más tarde por la mañana…
Finalmente el desayuno está listo para servir, eso sucede en cuanto Ryan aparece por la cocina por lo que de inmediato todas empiezan a servir, desde donde estoy miro como Miriam le lleva un plato, asì mismo ella vuelve y me pide que haga el café el cual claramente lo hago para enseguida llevárselo, justo cuando estoy frente a él dejando ese café sobre la mesa, el procede hablar.
— ¿Por qué la comida de hoy sabe diferente? ¿Qué cambiaron? —cuestiona él quien espera mi respuesta.
—Lo siento es solo que cambie algunos ingredientes, pero si quiere ahora mismo—intento quitar el plato pero él me detiene.
— ¿Acaso te dije que retiraras el plato? Deja ahí ¿Quieres? —me ve fijamente haciendo que suelte ese plato.
— ¡Queridos! ¿Dónde están? —esa voz al parecer es de la abuela de Ryan.
—No puede ser mi abuela—él procede a tomarme de la cintura y sentarme en sus piernas.
A lo que me sorprende por tanto lo veo con asombro mientras él en voz baja me dice “Sígueme la corriente” para posteriormente poner su mano en mi mejilla a lo que solo respondo con alejarme a la vez que miro como él niega con la cabeza.
—Aquí están, ay perdón por interrumpir —ella menciona con emoción.
—Abuela—se pone de pie —él me hace a un lado y procede a saludar a su abuela.
De igual manera saludo a la señora con una sonrisa a lo que ella solo me observa a detalle.
— ¿Qué haces con un mandil hermosa? —ella frunce el ceño.
—Cariño te dije que no tenías que servirme, perdón abuela a ella le encanta atenderme y hasta cocinar —comenta sin más.
—Muy bien ¿Entonces probemos? —ella toma asiento.
A lo que yo solo me quedo parada observando hasta que reacciono, estoy por ir a servirle sin embargo Ryan me toma del brazo y me detiene.
— ¿Qué haces? Quítate esto y siéntate a mi lado—menciona en voz baja y nerviosa.
Frunzo el ceño al mismo tiempo que veo como con rapidez quita el mandil que llevo puesto, después de eso solo tomo asiento y espero a que las chicas sirvan.
Servido mi plato no tomo ningún solo bocado solo espero a que la señora pruebe un poco, ella lo hace justo en este momento, observo sus gestos y al parecer le ha agradado el desayuno, menos mal me digo a mi misma, aunque al que no he podido descifrar es a Ryan quien solo sigue desayunando sin decir nada.
—Vaya, hija esto es lo mejor que he probado en mi estancia aquí, tienes muy buenas manos para la cocina esto esta delicioso ¿Cierto hijo? —ella voltea a ver a Ryan quien asiente con una sonrisa.
Trago saliva para luego agradecerle su comentario.
Posteriormente terminamos de desayunar para pasar a la sala en donde estamos despidiendo a la señora quien ha tomado nuestras manos para juntarlas.
—Mis niños me encanta verlos juntos—ella sonríe —Pero me quieres decir hermosa criatura porque siendo tan guapa te vistes como señora, no, no, no eso no puede ser mañana, mismo vamos de compras—asiente mientras alza una de sus cejas.
Enseguida niego con las manos mientras sonrío.
—Buenas tardes… Hola Ryan ¿Cómo estás? — de pronto una chica muy guapa entra y me aparta de Ryan a quien saluda con entusiasmo.
De parte mía y de la abuela nos quedamos viendo asombradas sino hasta que la señora aclara la garganta y procede abrazar a Ryan apartándolo de ella.
—Lo siento no me presente soy Silvana la mejor amiga de Ryan ¿Verdad? —ella le sonríe a Ryan quien solo asiente.
—Vaya, pero olvidaste algo señorita, Ryan es un hombre casado no puedes aparecer abrazando y toqueteando a un hombre así como así y menos delante de su esposa —frunce el ceño asombrada.
—Perdone mi atrevimiento pero es que siempre hemos sido así. En fin vengo a dejarle una invitación es por mi cumpleaños, es en dos días—ella saca un sobre y lo deja en manos de él.
—Ah un cumple años una razón más para comprar ropa—la abuela comenta mirándome con entusiasmo.
—Creo que aquí hay un mal entendido, la invitación es solo para Ryan quien es mi amigo, ella no está invitada lo siento—Silvana frunce el ceño con pena.
—No puedes invitar a un hombre casado sin su esposa, mi nieto no va sin su esposa—niega con sus manos.
—Abuela por favor es solo una fiesta— él suspira para luego pestañear.
—No importa a donde sea que vayas vas con tu esposa eso es lo normal —dice con firmeza.
—Bien, entonces que vaya no hay problema, hablare con el encargado —menciona su amiga quien solo finge sonreír.
—Ves Kenia ahora tendremos un pretexto más para salir de compras, por hoy me voy, mañana mando a mi chofer. Silvana vámonos ellos dos tienen mucho que hablar—la abuela se lleva a esa chica.
Veo como ellas dos se van quedando él y yo solos, vaya sí que su presencia es algo aturdidora, antes de hablar aclaro mi garganta y solo me doy la vuelta para hablar con él quien solo esta callado con las manos metidas en los bolsillos.
—No te preocupes, le diré con voy a ir —frunzo los labios.
—Se ve que no conoces a la abuela Rubí ella es muy terca y nada fácil de engañar, harás lo que ella diga—menciona con seriedad.
Asiento con la cabeza para luego irme hacia la cocina en donde me espera Miriam quien me sonríe apenada a la vez que extiende su brazo para entregarme la lista de quehaceres el día de hoy.
Con una sonrisa tomo esa lista y para mi suerte hoy me tocara lavar la ropa de Ryan y asear su recamara, eso y todas las demás tareas.
—Muchas gracias Miriam ahora mismo empiezo—menciono con optimismo para luego darme la vuelta y toparme con Ryan quien solo me ve con seriedad.
Por eso mismo es que enseguida oculto mi sonrisa, de pronto el sonido de mi teléfono empieza a escucharse, estoy por tomar la llamada sin embargo Ryan niega con la cabeza, bien creo que no debo tomar la llamada así que solo le pico a un botón para que el móvil se apague.
—No celulares en el trabajo ¿Entiendes? Ah y si te pregunta mi abuela mañana porque no salimos de luna de miel tienes que decir que estas indispuesta, por nada del mundo menciones nuestro acuerdo, entre menos hables es mejor—él deja de verme y sin previo aviso solo avanza hacia la cocina.
Con temor solo veo de reojo y noto como él se pasa de largo hacia no sé dónde. En fin sigo mi camino y cuando estoy lejos saco mi celular el cual enciendo y veo las notificaciones, vaya me ha llamado Mérida, ella es mi mejor amiga y debe estar preocupada puesto que no le he dicho que me he casado.
En fin solo le dejo un mensaje y vuelvo apagar mi celular.




























