10. No me elijas con miedo.

El silencio que sigue a sus palabras me aplasta. Todo se tambalea, como si el suelo se abriera bajo mis pies. Lo miro. Intento entender lo que acaba de decir, pero mi mente no logra seguir el ritmo.

¿Un matrimonio estratégico?

Suena a otra época. A otro mundo. A uno en el que yo no encajo.

—Entonces...

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