103. La piel que escucha.

Me doy vuelta despacio, sintiendo el roce de Javier todavía anclado en mi espalda, y lo miro. Lo miro como si pudiera leer en su silencio todas las palabras que no dice, todos los miedos y las ganas que se acumulan detrás de esa calma calculada. Camino hacia él con pasos lentos, casi desafiando al t...

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