107. ¿Querés un contrato?

—¿Y si ponemos algunas reglas?

Mi voz sale más suave de lo que esperaba, como si el vino hubiera limado las aristas de mi ansiedad, aunque por dentro todo se sienta como un hilo tirante a punto de romperse. No es una broma, aunque suene ligera, como si me diera miedo tomármelo demasiado en serio. Es...

Inicia sesión y continúa leyendo