108. Trato de piel.

Cuando todo se aquieta, estamos enredados bajo una manta, el calor de sus pieles pegado a la mía, el silencio respirando junto a nosotros. Cierro los ojos y me dejo llevar por la sensación de pertenencia, de hogar, de un fuego que no destruye sino que abriga, y pienso que esto, esto que somos, no se...

Inicia sesión y continúa leyendo