112. Moscú me quiere, pero no me atrapa.

Narra Álvaro.

Llegué a Moscú con la misma sonrisa confiada que me acompaña desde siempre, esa que dice “acá estoy yo, y ni vos ni nadie me va a domesticar”. La ciudad me recibió con su aire frío y sus miradas cargadas de poder. No soy de los que se impresionan fácil, pero acá la gente se cree mucho,...

Inicia sesión y continúa leyendo