115. Como si hubiéramos estado años lejos.

Narra Álvaro.

Silvia me rasguña el pecho como si quisiera dejarme marcada el alma, y yo dejo que lo haga. Le ofrezco mi cuello, mi abdomen, mi lengua. Todo lo que soy, sin filtros.

—Estás más flaco —me dice entre besos, bajando por mi torso—. ¿No estás comiendo allá?

—Como, sí —le contesto con la vo...

Inicia sesión y continúa leyendo