12. No era sólo sexo (pero qué sexo)

El timbre suena por tercera vez.

El corazón me late como si pudiera adivinar quién está del otro lado. imagino su mirada, que me dice que no hablaba en serio, que me elije... pero no, no es él, no es Javier, ¿por qué vendría? Soy solo una tonta soñadora, y nada más.

Es Anne. Con su sonrisa brillant...

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