125. El enfrentamiento.

El aire se corta como una navaja apenas cruzo la puerta. Lo primero que siento es el silencio. Ese tipo de silencio que no es paz ni calma, sino el preludio de un incendio. Silvia está sentada en el borde del sillón, las manos juntas, los nudillos blancos, los ojos hinchados pero secos, como si ya n...

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