132. Despertar enredados.

Cuando el mundo explota en un grito ahogado, en un temblor que me atraviesa entera, me doy cuenta de que ya no hay vuelta atrás. Que esta casa, este sofá, estas paredes, lo han visto todo. Y que nosotros, los tres, ya no sabemos ser sin este fuego que arde y no se apaga.

—Silvia… —susurra Javier, su...

Inicia sesión y continúa leyendo