30. Ella también lo besa.

Me gusta jugar con fuego, pero odio quemarme. Y esta vez, siento las brasas demasiado cerca.

Javier y yo estamos recostados sobre una de las tumbonas de diseño ridículamente elegante que tiene Álvaro al borde de su piscina privada, en plena noche tropical. El agua turquesa centellea con las luces su...

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