58. Ruido de cristales.

Vuelvo al living con la laptop bajo el brazo. Javier está junto a la ventana, bebiendo agua. Mira hacia la ciudad como si yo no existiera. Me acerco con cautela. Quiero decir algo. Que lo siento. Que lo extraño. Pero no me salen las palabras.

—¿Cómo estás? —pregunto, apenas audible.

Él no responde. ...

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