83. El nombre de las cosas.

Narra  Javier.

No dormí.

La madrugada fue larga, espesa, como un trago mal servido. Silvia se giró varias veces entre sueños, buscando mi cuerpo con el suyo. Álvaro, en cambio, ni se inmutó. O dormía profundo, o sabía fingir como un maldito actor de cine.

El primer rayo de sol apenas roza la cortina...

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