88. Lo que se cuela en la noche.

Javier no dice nada. Solo me sostiene la mirada mientras Álvaro le besa el cuello, el pecho, mientras baja con la boca lenta, provocador. Y yo contengo el aliento.

No puedo creer lo que estoy viendo.

Javier cierra los ojos, echa la cabeza hacia atrás. Sus dedos se aferran a las sábanas. Gime.

Un son...

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