98. Afectos etílicos.

Silencios cargados de intención, miradas que arden, y la certeza de que este instante es un refugio, un fuego que nos consume y nos salva al mismo tiempo.

Nos perdemos en ese juego de pasión y confianza, donde el tiempo se detiene y solo existimos nosotros, en esta burbuja sagrada de placer y amor c...

Inicia sesión y continúa leyendo