Capítulo 37

Me acomodé en una esquina de una cafetería, donde tenía una vista perfecta de la entrada principal del jardín de niños. Pedí un café y comencé a pensar en mis futuras opciones de vivienda.

Necesitaba un trabajo, o mis ahorros se acabarían rápidamente.

Mi dedo se detuvo sobre el número de Jacey. Ha...

Inicia sesión y continúa leyendo