CAPÍTULO 40: EL LLANTO DE UNA PUTA.

—Yo… —Respira, pero termina jadeando cuando él comienza a moverse de nuevo, esta vez, duro—. ¡Ahh! ¡Ah! ¡Uhmm! Darwin…

El castaño atrapa su cuerpo desde abajo, abrazando sus senos. Muerde su cuello, pasa la lengua por su oreja, la penetra con fuerza, como un animal.

—Dímelo, Catalina —ordena, agit...

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