CAPÍTULO 97: DEVOCIÓN COMPARTIDA.

Allí, arrodillados, casi en una posición devota hacia un Dios creado por sus corazones conectados, la pasión desborda.

Esta primera vez, no se siente explicita, sino que intima. Por eso no hay palabras groseras, solo suspiros rendidos. No hay palmadas contra la piel, solo caricias que queman.

Darwin...

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