Capítulo veintinueve:

Nos amontonamos en la oficina y aún podía sentir la tensión de Ambrosia aumentando. No iba a esperar mucho más, así que necesitábamos elaborar un plan rápidamente.

—¿Qué pasó? —preguntó Emma, sentándose.

—Fueron tras mi hijo. Lastimaron a Beth en el proceso —respondió Ambrosia entre dientes apreta...

Inicia sesión y continúa leyendo