30. ¿Una propuesta?

—Vine a ver a mi hijo, señorita  —dice María Teresa, sonriendo también—, también es un gran placer verla.

—¿Tienes un hijo…? —repite Abigail con sorpresa—. No lo sabía —deja salir una sonrisa pequeña—. ¿Estás de ida ya? Es muy de noche. Puedo llevarte si gustas.

Eva sonríe por lo bajo cuando obs...

Inicia sesión y continúa leyendo