79. Felicidad que perdura

Mientras la policía rodea el patio de la mansión de los Carvajal, Amanda sigue caminando hacia María Teresa.

Los ojos de María Teresa están abiertos en su totalidad, conmocionada, anonadada, llena de preocupación. Sus manos tiemblan al observar los ojos verdes de su hijo en los brazos de su tía, p...

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