33. Colores preciosos

Llego a las oficinas y Dario no está en la recepción. Es la hora de comer, así que no creo encontrar a nadie. Entro, dejo el arma en la caja de seguridad y me voy a mi área de trabajo.

Respiro profundo y sonrío, tengo que revisar los mensajes de mis redes y debo estar preparada para lo peor, como s...

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