16

ALEXANDER

Mientras caminaba hacia la habitación de Raina, la ira que había estado acumulándose dentro de mí comenzó a desvanecerse. Ahí estaba ella—despierta, mirándome con la misma desafiante mirada que recordaba tan bien. A pesar de la hostilidad en sus ojos, sentí una sensación de alivio, una qu...

Inicia sesión y continúa leyendo