18

ALEXANDER

El mensaje llegó justo cuando me sentaba en mi estudio para revisar algunos contratos por la noche. Cuatro simples palabras que ardían en mi pantalla: Hemos encontrado al bastardo.

Una oleada de adrenalina recorrió mi cuerpo y, sin pensarlo dos veces, me levanté, agarrando mi chaqueta mi...

Inicia sesión y continúa leyendo