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RAINA

La verdad me estaba asfixiando. Presionaba contra mi pecho, pesada e implacable, como una tormenta de la que no podía escapar. Ni siquiera sé cómo sobreviví la noche. Sentía que mi corazón se había hecho añicos en mil pedazos, el daño que Alex había hecho años atrás resurgiendo con toda su fue...

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