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Alex detuvo el coche frente a la casa, el zumbido del motor llenando el silencio entre nosotros. Se giró hacia mí, sus ojos buscando los míos.

—¿Vas a estar bien? —su voz era suave pero teñida de preocupación.

Dudé, mis manos jugueteando con la correa de mi bolso.

—Estaré bien. Solo necesito pasa...

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