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ALEXANDER

Me enfrenté al imponente edificio que albergaba a Raina, su fachada glacial mostraba la dureza de nuestra situación. Mi pecho latía con fuerza y mi corazón rugía para que entrara de inmediato y la sacara a salvo, pero mi cerebro seguía recordándome que debía ser cuidadoso—un paso en falso ...

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