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—¡Maldita sea! ¡Mamá, eso es demasiado directo!— Puso sus dedos sobre la boca de su madre para callarla. —¡Eso es muy fuerte, alguien podría escucharte!

—Tus palabras suenan como si hubieras estado viendo porno últimamente.

—¡Tú!

—¿Estoy mintiendo?

—¡Ingrato! ¡Come y cállate!

—Gracias, mi hermo...

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