16.

Me quedé ahí, prácticamente paralizada. La doctora se puso de pie y comenzó a ponerse sus guantes.

—Y yo no soy capaz de moverla —la última vez que me habían revisado de esa forma, me habían dado la noticia más terrible que podría recibir en mi vida.

Y ahora estaba ahí nuevamente. Era extraño, por...

Inicia sesión y continúa leyendo