Capítulo 30

—¿Eres tú, Nathan? —preguntó Noemi con asombro.

Nathan se quedó congelado, no podía darse la vuelta para mirar a Noemi.

—¡Mírame, Nathan! —le dijo Noemi. Había escuchado todo lo que dijeron.

—Deberías responderle —dijo el señor Lionel Gareth mientras se subía a su coche.

—Ahora sabrás exactament...

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