Una vez anhelaste mi toque

No nos debemos nada.

Días después, Quinn regresó a California. Aunque estaba triste, no tenía otras opciones...

Se dirigió directamente a la Corporación Stones en cuanto salió del aeropuerto. Mientras iba en camino, pidió informes a su asistente.

—Todo está bien. Maneje todo bien en tu ausencia —so...

Inicia sesión y continúa leyendo