Lo quiero crudo

Una mesita de noche.

Kathleen sonreía de oreja a oreja mientras salían del registro.

¡Acababan de registrar su matrimonio!

Estaba fuera de sí de alegría, aunque trataba de mantener una apariencia calmada.

—¿Por qué no lo celebramos? —Kathleen se volvió para mirar a Henry.

—Solo nosotros dos, quiero...

Inicia sesión y continúa leyendo