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Hania se sintió cálida por dentro cuando escuchó a sus hijos charlando y riendo.

—Sean buenos, mis queridos bebés. Volveré pronto.

Luke y los demás inmediatamente sonrieron de oreja a oreja.

—¡Genial! —Gia saltaba como una ardillita y sonreía, mostrando todos sus dientes.

Zac chilló—: ¡Mami, qui...

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