984

Curiosamente, Jacob preguntó —¿Por qué quieres a un traidor? ¿Vas a matarlo tú mismo?

En respuesta, David contestó fríamente —Esto no es asunto tuyo. Sea mi esposa o mi antiguo subordinado, los quiero de vuelta a todos.

Entonces, Jacob solo pudo decir —Está bien, te lo daré también. Pero... si vas...

Inicia sesión y continúa leyendo