Capítulo 49

–¿No puedes encargarte tú? –escucho una ronca voz –Entiendo, entonces iré para allá… No te preocupes Johan, de hecho, podríamos volver juntos, así, puedo presentártela –

Sin entender muy bien que está pasando, suelto la almohada a la que estoy abrazada y me acomodo bocarriba en la cama, sin embargo...

Inicia sesión y continúa leyendo