Capítulo cincuenta y dos - final, segunda parte

—Nunca paras, ¿verdad, Ambrose? —la furia se desprende de la voz de Erion mientras mi cabeza da vueltas y me aferro a él—. Debería haber hecho que Lorcan matara a toda tu familia ese día.

La ira se acumula en mi pecho, pero no puedo liberarla mientras sus dedos se aprietan alrededor de mi garganta....

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