Ciento uno

—Hola, Alexander —dije, un poco sorprendido por su aparición repentina—. No esperaba verte aquí. La fiesta es bastante... demasiado para un recién llegado como yo.

Él se rió suavemente, sus ojos encontrándose con los míos.

—Lo entiendo. Pero parece que lo estás manejando bien, considerando todo.

...

Inicia sesión y continúa leyendo