Capítulo 50 50.

Amaranta bajó del auto con decisión. Había visto hacer a una amiga eso una vez, cuando aún estaba en la universidad, cuando se podía dar el lujo de tener amigas, aunque no habían sido demasiado íntimas. Para salir y pasear, habían llegado al filo de una discoteca, una que presumía de ser demasiado e...

Inicia sesión y continúa leyendo