Capítulo 52 52.

Amaranta sabía que estaba atrapada, que se había metido por ingenua en la boca del lobo. Tal vez no tanto por ingenua, pero sí por arrogante. En serio se preguntó si había sido lo suficientemente estúpida como para imaginar, volándose, en la guarida de los hombres que habían secuestrado a Bastián, y...

Inicia sesión y continúa leyendo