VEINTE

No sabía qué esperar para el desayuno, pero después de lo que pasó anoche y esta mañana, no podía evitar sentirse nerviosa. ¿Qué en los infiernos había sucedido? Debía haberse vuelto loca. No podía sacárselo de la cabeza por más que intentara olvidarlo. Pero no podía cambiar lo que ya había pasado. ...

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