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CAPITULO 07

Nadie sabía si era verdad o no el testimonio del príncipe. Lo dejaron como "Un desafortunado incidente" aunque la familia de Samantha intento investigar más, poco después dejaron de insistir al mismo tiempo que sus compañías volvieron a prosperar.

Comenzaron a haber muchos rumores de que el príncipe asesino a Samantha y para cubrirlo pago una generosa suma a su familia.

El tema fue olvidado solo unos meses más tarde.

Un año nuevo había comenzado y la tercera esposa del príncipe Darién llamada Karen Parix, había fallecido seis meses después de su matrimonio con el príncipe heredero.

¿La razón?

Un incidente cabalgando su caballo.

Era normal, no había por qué sospechar o pensar que el príncipe tuvo algo que ver.

Pero era el caballo favorito y amado de Karen, el cual fue obsequio del mismo Darién poco después de la boda de ambos. Ella era una mujer de origines humildes a la que Jonathan casó con su hijo pensando que al Ginelly también haber sido una simple ciudadana, ahora sí, su hijo aceptaría felizmente a esa nueva candidata.

Ni siquiera Jonathan estaba muy seguro de lo que hacía, no quería a alguien humilde con su hijo pero valía la pena intentarlo. Sin embargo poco después del matrimonio se dió cuenta que Darién y Karen apenas se dirigían la palabra y que ella incluso vivía en una sección del castillo distinta y tenía prohibido ir a la zona del príncipe.

¡Estaba cansado de lo mismo!

Después de la muerte de Karen, Jonathan lo encaro diciendo que si había hecho algo al caballo de está para que muriera. Darién solo se reía a carcajadas de su padre.

El le dijo en ese momento "Piensa lo que quieras, tu realmente no la querías para mí y yo menos" poco después los rumores del "Príncipe asesino" tomaron más fuerza como también los de "El príncipe maldito y desdichado" ahora las mujeres en el Reino de Esrud tenían mucho miedo de ser elegidas para esposa del príncipe heredero y la facción que apoyaba al príncipe Tevyan se fortaleció.

Era el momento correcto en el que Jonathan podría darle la espalda a su hijo Darién, acusarlo de las muertes de sus dos últimas esposas y quitarle su título de heredero.

Pero no lo hizo.

Jamás podría hacerle algo así a Darién, prefería a Tevyan es cierto, pero ambos eran sus hijos y Darién era su hijo biológico con la mujer que había sido el gran amor de toda su vida.

Jonathan tomó una decisión que no creía capaz de tomar y para acabar con las masas en contra de su hijo y sacarlo del peligro, le dió el poder suficiente para defenderse.

Jonathan cedió su posición y corono a Darién como el nuevo "Rey de Esrud" algo que tomó por sorpresa a Darién quien no lo esperó pero tampoco se sintió feliz al respecto debido a la forma en que se lo había dicho.

Estaba un poco aliviado y lleno de temores.

"Ahora sí necesitarás una esposa que sea tu apoyo y pilar, ahora sí debes aceptar una Reina o te precionaran los consejeros y ancianos del Linaje, ya es tiempo de madurar hijo"

Esa fueron las palabras de Jonathan al retirarse.

Jonathan no volvió a elegir más esposas para Darién, ya había hecho suficiente y ya estaba cansado de ese tema.

Así que dejó ese caso a los importantes del Linaje Real, quienes de inmediato se pusieron a investigar obligando al nuevo Rey a que se case con la que ellos consideraban "Digna nueva Reina" y Darién al ser tan joven e inmaduro y lleno de temores al tener solo un año siendo Rey, acepto a la mujer que le proponían.

La cuarta esposa, Cintia Ferill, mujer rubia de ojos plateados digna, esbelta y hermosa, tercera de cinco hijas de la familia "Ferill" Dueños de una de las cinco empresas de barcos comerciales que se encargaban de la exportación de productos alimenticios del Reino de Esrud.

Cintia tenía dinero y gran belleza, no le importaba si lograba tener o no el amor del nuevo Rey Darién, todo lo que quería era el título de Reina y dar a luz al príncipe heredero.

Ni siquiera le importaba ser amada o que el Rey Darién quiera acostarse con ella, Cintia tenía otros planes y métodos para lograrlo.

Drogas.

La familia Ferill era conocida por involucrarse en el tráfico ilegal de sustancias entre Reinos.

Cintia pensaba que drogando al Rey lograría meterse en su cama y embarazarse, así que eso fue lo que hizo en su primera oportunidad.

"Vas a caer conmigo y seré coronada oficialmente como Reina"

Esos eran los pensamientos de la calculadora mujer rubia.

Pero en cuanto el Rey Darién se reunió con ella a comer juntos la primera noche de esposos y sintió levemente los efectos de la droga, este le apunto con un arma y le disparó de inmediato.

Acusándola de buscar dañar la salud del Rey.

Darién tenía el poder de tomar decisiones como esas y no había quien le critique o exija respuestas siendo él la persona con más estatus y valor del país.

Cintia no había durado ni siquiera un día como esposa, mucho menos logró ser coronada la Reina de Esrud.

Fue asesinada por el Rey Darién de inmediato.

Todos los empleados presentes alegaron que fue en defensa propia y se disculparon quienes la eligieron de candidata al ver sus sucias intenciones con su joven Rey.

Eso por supuesto no evitó que la reputación del ahora Rey Darién cayera una vez más. El tiempo pasó y el joven hombre preocupado de dicha imágen y reputación en cuanto al amor, decidió centrarse en su trabajo como Rey; el cual no hacía nada mal. Era bastante inteligente y muy innovador.

Omitiendo el hecho de sus fracasos amorosos, Darién era un Rey aceptable, temido por muchos y respetado por la mayoría. Al menos eso en el Reino de Esrud.

Había pasado toda su vida preparándose para asumir ese rol, después de todo, desde que nació Darién era el heredero y próximo Rey y nadie le iba a quitar esa posición.

Pero sabía que no podía huir siempre de las responsabilidades de su matrimonio. Sabía que tenía que aceptarlas si volvían a tener otra candidata, por qué prefería eso a que insistan todo el tiempo con el mismo tedioso tema.

Su quinta esposa.

Priya Harlok, mujer morena de cabello rizado muy corto y de un castaño bastante oscuro, cuyos ojos eran de un azul tan claro que casi parecería de un hermoso y brillante celeste con la luz en ellos, era bastante alta y con grandes caderas.

Priya era la hija de uno de los mismos consejeros reales y fue elegida como esposa al ser bastante inteligente y buena en defensa personal, pensaron que alguien como Priya lograría sobrevivir a un largo matrimonio con el joven Rey Darién.

Pero nuevamente se equivocarían.

La bella mujer morena falleció siente meses después del matrimonio; recibió un fuerte golpe en la cabeza que causó una hemorragia interna y llevo a su inminente muerte.

Pero no había forma de culpar al Rey, el se encontraba en un viaje político junto a su medio hermano mayor el príncipe adoptivo Tevyan.

Sin embargo los rumores de "El envío a alguien a matarla" y otros de "Se canso se ella" "Sigue siendo el Rey maldito y desdichado" "Es solo un joven traumado" y claro nunca podían faltar los que decían simplemente "El Rey Asesino" no importaba como.

Era un hecho que había tenido cinco esposas y los cinco matrimonios habían fracasado.

Era un hecho que había un problema grave con el Rey y giraba en torno a la "muerte" de esa jovencita amada que había perdido.


En la actualidad.

El Rey Darién seguía sumergido en sus cientos de pensamientos y recuerdos del pasado.

Su vida siempre fue un caos, siempre fue dolorosa y difícil de llevar, primero una madre que lo deja, luego un padre que siempre tuvo preferencia por alguien que ni siquiera era su hijo y para finalizar lo único bueno que había tenido era el amor de su novia Ginelly y los momentos que compartieron en los que fueron tan felices juntos.

Ahora todos esos recuerdos no eran más que la prueba de su felicidad una vez existen y la amargura de su actualidad.

Ya no estaba, había muerto.

Ginelly no existía.

La había perdido hace ya cinco años y ahora su hermano y mejor amigo tenía una nueva candidata a esposa para él.

La había traído consigo y estaba a solo una hora de ver a esa mujer misteriosa.

"Tranquilo…no es nada importante… Todo es un plan… Todo es solo un contrato…" Se decía a si mismo Darién calmando su incómodo y dolido corazón.

Él sabía solo una cosa ¡No podría amarla! El contrato lo prohibiría

y aunque fuese lícito el no querría hacerlo ni tenía intención de hacerlo. No quería ser cercano a ella, no le importaba que clase de mujer fuera, solo la usaría como una pantalla y solo iba a fingir para que el no sea obligado con otras.

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