Capítulo 32: Una copa rota y una sonrisa descarada.

Decir que Alessia no está nerviosa sería mentir, pero al menos sabe manejarse bastante bien. Cuando Amaro va a su cuarto a buscarla, después de haberse metido directo al suyo para prepararse, se queda como si fuera la primera vez que la ve.

—Estás…

—¿Quieres que me cambie? Es que tu cara…

—¡D...

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