Capítulo 135

El momento finalmente ha llegado para poner fin a toda esta angustia sobre mí y mi manada. Todavía estoy desconcertado por cómo me involucré tanto en estos procedimientos. Mi Luna, mi compañera, se sentaba junto a mí, sus dedos entrelazados con los míos. Esto me calmaba. Calmaba a mi lobo. Miré a Je...

Inicia sesión y continúa leyendo