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—Señorita Miller—la voz del señor Hills me hace levantarme de mi asiento.

Es otra de las pocas veces que entra en mi oficina, y me pregunto qué necesitará ahora.

—¿Sí?

—Vamos.

¡Cierto! ¡Lo olvidé! La reunión. Hoy nos reuniremos con el señor Baker.

—Por supuesto.

Salimos de la oficina, tomamos ...

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