CAPÍTULO 118

—Vamos, amore mio, el corredor nos está esperando —llamo a Francesca, quien se está preparando para que podamos ver una de las casas que elegí visitar.

—Ya voy, amore. ¿Tenías que avisarme en el último minuto?

Me río.

—Te lo dije anoche.

—Después de hacerme llegar al clímax, estando adormilada y...

Inicia sesión y continúa leyendo