Capítulo 41

VIKTOR.

—Oye, ¿a dónde vas?

Me doy la vuelta para ver a quién pertenece la voz y lo reconozco como uno de los lobos de patrulla.

Estoy parado en las puertas a punto de salir cuando él se acerca a mí.

—Fuera —respondo con irritación.

No quiero ser grosero.

De hecho, aplaudo su dedicación ...

Inicia sesión y continúa leyendo