CAPÍTULO TRECE

KYLE

Un momento estaba saliendo del bar y al siguiente, mi puño estaba colisionando con su cara antes de que él siquiera tuviera tiempo de reaccionar.

El crujido enfermizo de hueso contra hueso resonó en mis oídos, seguido de su agudo gruñido de dolor. Se tambaleó hacia atrás, sujetándose la nariz...

Inicia sesión y continúa leyendo