CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y SIETE

KYLE

La gran inauguración superó todas mis expectativas—y no soy alguien que ponga el listón bajo.

Si Ashley y yo aún estuviéramos casados, tendría sentido. Cada socialité, influencer, inversor y ejecutivo de marca en la sala habría asistido por pura lealtad al nombre Blackwood. Pero el hecho de q...

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