Capítulo 14 La verdad

—¡Tú puedes estar dispuesta, pero yo no!

Aparté la mano de la reina y fijé la mirada en Akhenatón. Desde el momento en que saqué el puñal y comencé a actuar, no tenía reservas. Además, esta es una sociedad feudal y esclavizada.

—¡Tú, chica rebelde!

—¿Mereces ser llamado padre?

Ya que iba a perder...

Inicia sesión y continúa leyendo